jueves, 9 de julio de 2009

TEORIA DEL APEGO.


Teoría del apego

La necesidad de entablar vínculos estables con los tutores o personas significativas, es una necesidad primaria en la especie humana.
El apego es el vínculo emocional que desarrolla el niño con su figura materna (aclaramos que cuando nos referimos a “figura materna” no aludimos específicamente a la madre, sino a los tutores del niño) que le proporciona la seguridad emocional indispensable para un buen desarrollo de la personalidad y su posterior capacidad para establecer vínculos afectivos. Puede observarse que existen tres patrones organizados de respuestas infantiles: seguro, ansioso/evitativo, y ansioso/resistente (ambivalente). Estos corresponden a situaciones en las cuales se evalúa el apego que presentan los niños a temprana edad. En el primer patrón, el niño al separarse de la figura materna llora buscándola, pero al reencontrarse con ella, éste deja el llanto; en el segundo patrón, el niño no muestra una alta perturbación con el desencuentro y cuando aparece nuevamente la figura materna, éste no se muestra del todo confiado en la relación establecida; en el tercer caso, se pone muy nervioso ante la desaparición de su figura materna y cuando ésta regresa no logra calmarlo y sigue tan alterado como cuando se había ido.
Estas reacciones de parte de los niños hacia su figura materna están directamente relacionadas con el “apego” que ella le ofrecía notando así que los niños que mostraban una sensación de seguridad cuando la figura se daba al reencuentro era porque esta tenía siempre una respuesta rápida y adecuada a las demandas de los niños, y en los otros dos casos no ocurría lo mismo sino que la figura mostraba poca atención a las demandas que estos presentaban. En el desarrollo de la personalidad se consideran dos tipos de influencias: el primero se relaciona con la presencia o ausencia de una figura confiable quien proporciona la base segura al niño; y el segundo se refiere a la capacidad del individuo de reconocer cuando otra persona es digna de confianza. Por esto podemos entender que la relación durante los primeros años de vida es fundamental para lo que seremos en un futuro. Desordenes tales como violencia repentina; miedo a incorporarse en un grupo o timidez son causas de un proceso mal establecido con nuestra figura de apego en nuestra infancia. Chicos que presentan inseguridad a la hora de realizar actividades nos dan señal de que siempre estuvieron acompañados de su figura materna y que estos nunca le permitieron o lo enviaron a hacer las cosas a su manera y que siempre le guiaron de cómo debía hacer las cosas; también en chicos donde se refleja violencia hacia sus compañeros destacamos que estos adquieren esas actitudes de una corrección por parte de los tutores a través de la violencia o actos violentos frente a los niños.
Nosotros como futuros docentes debemos entender de donde provienen las actitudes para poder llegar al correcto desempeño de nuestras tareas sin excluir a los alumnos que presentan conflictos de desarrollo de la personalidad y lograr que todos puedan tener un correcto desarrollo tanto educacional como social.

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